martes, 15 de diciembre de 2015

13 de mayo de 1808

No lograba dormir.
Llevaba aproximádamente desde las diez y media de la noche dando vueltas en la cama intentando conciliar el sueño pero era totalmente incapaz. Al mirar al enorme reloj con incrustaciones de nácar que colgaba en la pared, pude observar que habían pasado casi cuatro horas. Levanté levemente la cabeza cuando tras despejarme un poco, oí un breve murmullo el cual provenía del amplio salón. Eran voces desconocidas. En ese momento me encontraba realmente cansada y no le presté mucha atención pero pude escuchar varias palabras sueltas como "modernización" y "Fernando VII" y no necesité oír ni una más para saber de lo que estaban hablando porque pues veréis, mis padres llevaban un tiempo esperando hasta altas horas de la noche exclusivamente para no inculcarme en esta revuelta y lo que no sabían era que a veces, me dedicaba a pegar la cabeza a la pared y a simplemente escuchar. Supongo que simplemente querían protejerme, pero ya era lo suficiente mayorcita como para tomar mis propias decisiones por lo que crucé el pasillo sigilosamente, en camino a proteger mi patria.

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